Método de lo marcial a lo sutil.

El motivo básico que impulsó la investigación que con el correr del tiempo desembocaría en lo que hoy conocemos los alumnos del Dojo Sol Naciente como Shinkitai, fue sin duda la necesidad pedagógica de procurar a los estudiantes de Tai Chi, un repertorio mínimo de competencias gimnástico-deportivas imprescindibles antes de abordar tareas de sofisticación energéticas. Se ha dicho que “el Tai Chi es el Kungfu lento y que el kungfu es el Tai Chi rápido”…esto no es simplemente una frase ingeniosa, sino la verdad que subyace a una reversibilidad de la destreza biomecánica, desde un caudal sutil de energía o hacia la caudalosa tempestad del karate o Kungfu…siendo un mismo Elemento, (la Energía, lo Potencial), lo que se manifiesta con más o menos pericia con distintas modulaciones.

Es quizás la columna central de nuestra estructura argumental, para desarrollar todo un sistema de enseñanza. La idea de “convertibilidad de la energía”, es lo que en un contexto puede ser eficiencia ergonómica y por tanto una mejora en contextos laborales o deportivos, y en otros niveles se “estétiza” generando belleza o gracia. Por ejemplo, en expresiones dancísticas y alcanzando cierto grado de sublimación o delicadeza, se solapa con la dimensión yóguica o contemplativa.

Es por ello que aunque los peldaños pertenezcan a un nivel específico y discreto, “la escalera” es un continuo evolutivo desde lo gimnástico, marcial, dancístico y yóguico.


Juan Roldán

Director Técnico del Dojo Sol Naciente.

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